sábado, 16 de julio de 2011

Grandes toneles, barricas pequeñas

  Hasta avanzada la segunda mitad del s. XX  los grandes toneles eran los protagonista de la crianza de los vinos. Con la irrupción de avanzada tecnología en  todo el proceso vitivinícola, las barricas de 225 litros fueron reemplazando a los viejos toneles.
  Las ventajas que estas aportaron fueron muchas. Desde un punto de vista práctico, mayores condiciones de sanidad, comodidad para la manipulación y traslado; en cuanto al aporte enológico, las barricas al contener menor volumen de vino aceleran el proceso de crianza. Los toneles que pueden contener entre 5000, 10000 y hasta 20000 litros (y aún más) contribuyen a la elaboración de vinos más equilibrados, de aromas complejos y menos intensos, donde el aporte de la madera y el traspaso de oxígeno se realiza de modo más sutil. Por ello  los vinos añejados en toneles permanecen en ellos durante largos períodos.
 Los grandes toneles se corresponden con vinos de colores poco profundos y más terrosos, amarronados, como el rojo teja.

 Los vinos criados en barrica, al pasar a botella, necesitan un tiempo de guarda que los "tranquilice" y les permita llegar con las mejores cualidades al consumidor. Los vinos de antiguos toneles complementarán su crianza en botella para acentuar aún más su equilibrio y complejidad.

 En la actualidad, la mayoría de las  bodegas utilizan las barricas para la crianza y añejamiento de sus vinos. Sin embargo, algunas bodegas, conservan la tradición de los grandes toneles.

 En nuestro país Bodegas López, bodega familiar, que practica una vitivinicultura tradicional junto con el aporte de una tecnología de vanguardia, es un claro ejemplo de ello.

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1 comentario:

Raúl dijo...

Siempre me ha parecido fascinantes, como espacio literario, la fría profundidad de una bodega llena de barricas.