Así al azar y como surge...
Cuando decimos que un vino es delicado, se trata de un vino sutil, agradable. No necesariamente distinguido.
Cuando un vino tiene clase, es un vino noble.
El alma del vino nos habla de características que le son propias. Nos habla de su tierra en nuestros sentidos.
Cuerpo de un vino: fuerza vinosa y tenor alcohólico.
Pero si decimos que es vinoso, hacemos referencia a una nariz pesada ( por su contenido alcohólico) y una densidad en boca
Los vinos desequilibrados resultan una decepción, sus componentes no logran armonía. Y los breves nos dejan con ganas, la sensación después de la degustación sólo permanece unos segundos.
Un vino es corto cuando carece de persistencia y tiene poco sabor.
Cuando un vino no pasa de moda y se mantiene en el tiempo con las mismas características, hablamos de un vino clásico.
Hay vinos que ni bien entran en boca lo sentimos con fuerza en la encías: son los vinos astringentes.
Resultan ásperos, difíciles de tomar.
Otros vinos adolecen de acidez, de nervio (cuerpo y sabor) y de carácter. Son llamados vinos blandos.
A mí me gustan los vinos fuertes, con mucho cuerpo, sabrosos, cálidos y fogosos. Sin embargo cuando el calor aprieta los prefiero frescos, del año de la cosecha, que se toman con facilidad.
Hay vinos que hay que descorcharlos un rato antes de tomarlos para que despidan su aroma y evitemos llamarlos fríos.
Cuando escuchemos que un vino tiene garra, se tratará de un vino con mucho cuerpo y aroma. Recuerdo un tempranillo...
Algunos vinos brindan aromas muy definidos y sensacciones precisas, inconfundibles, son los vinos francos.
Equilibrado: color, aroma y sabor se conjugan adecuadamente.
Vinos ligeros, poco cuerpo, se toman fácilmente.
El alma del vino nos habla de características que le son propias. Nos habla de su tierra en nuestros sentidos.
Cuerpo de un vino: fuerza vinosa y tenor alcohólico.
Pero si decimos que es vinoso, hacemos referencia a una nariz pesada ( por su contenido alcohólico) y una densidad en boca
Los vinos desequilibrados resultan una decepción, sus componentes no logran armonía. Y los breves nos dejan con ganas, la sensación después de la degustación sólo permanece unos segundos.
2 comentarios:
Me parece un post fantástico, enhorabuena y gracias por darnos cada día un poco mas de luz en este mundo del vino que tanto nos gusta
Luis Reyes
Gracias Luis. ¡Saludos!
Publicar un comentario