Lo que comenzó como un desafío entre Bernardino Quintanilla y Ernesto Zárate para probar quien había elaborado el mejor albariño de la cosecha de 1952, terminó en una celebración oficial y popular que crece año tras año y congrega una gran cantidad de público.
Los festejos trascurren durante cinco días y consisten en degustaciones, conciertos, competiciones deportivas y diversas actividades que llegan a reunir a más de 200.000 personas en un pueblo que no supera los 15.000 habitantes.
Obviamente la gastronomía gallega acompaña espectacularmente los festejos que convierten a esta fiesta en un atractivo turístico internacional que se alza en medio del verano europeo.
Los actos oficiales que no escapan a esta fiesta del pueblo y la amistad gallega se suceden a lo largo de los días y culminan con la lectura de los tres albariños ganadores de la cata oficial.
Otro dato: Esta 59 Edición de la fiesta del Albariño se realiza en honor al escritor gallego Álvaro Cunqueiro.
¡Hermosas estas fiestas populares!