El
champagne nace tras largos y fallidos intentos de mejorar la calidad de unos vinos. Su creador fue el monje benedictino Dom Pierre Perignon quien, en la abadía de Hautvilliers, se dedicó con gran esmero a la producción vinícola. Cuentan que, luego de producir accidentalmente, champagne y beberlo, Perignon gritó:
"Venid pronto, estoy bebiendo las estrellas"
Anécdotas, aparte, hablemos de Champagne, la región vitivinícola más septentrional de Francia. Con
suelos permeables y de abundantes elementos minerales, se caracteriza por un clima continental (muy frío, aunque suele verse atemperado, por las brisas del Atlántico y las masas forestales cercanas) y cuenta con más de trescientos
terroirs. Son los llamados
crus que reflejan el espíritu de cada pueblo.
Las temperaturas frías otorgan acidez y elegancia a sus vinos.
El champagne se elabora mayoritariamente con pinot noir, pinot meunier y chardonnay.
Según las cepas utilizadas en su elaboración hablamos de los siguientes
champagnes:
Blanc de noir producto de uvas pinot munier o noir vinificadas en blanco. Resulta un champagne exquisito, de gran finura y elegancia.
Blanc de blanc, elaborado con chardonnay, frutado, fresco, con mucho nervio. Y por último
Rosé, resulta de macerar brevemente la piel oscura de la uva (vinificado en rosado) o también, añadiendo al vino base, un poco de vino tinto.
Otra clasificación depende del grado del dulzor del vino (debido al agregado de licor de expedición).
Brut Nature (menos de 3gde azúcar por litro.
Extra Brut (menos de 6g)
Brut con menos de 5g de azúcar
Extra Sec con 12 a 20 gramos de azúcar por litro
Sec de 17 a 35 g
Demi -Sec.con 33 a 50 g de azúcar por litro
Doux o Dulce con más de 50 g de azúcar
L'art de l´assemblage y
la méthode champenoise
Luego de la primera fermentación, el vino es catado. Después de numerosas catas, el enólogo mezcla los vinos más apropiados, lo que da lugar al cuvée. Sus características variarán según el tipo de vinos a elaborar y según criterio de las diferentes casas champaneras. Algunas privilegian los
champagnes poderosos, con mucho cuerpo. Otras prefieren los elaborados, mayoritariamente, con chardonnay, más elegantes y frescos. Dentro de los cuvée, están los de lujo (
Millesime)que identifican el año de elaboración. Los corrientes son los que no muestran el año y están elaborados con diferentes añadas de vino base. Pueden llegar a mezclarse muchos diferentes vinos base de diversas añadas a fin de compensar deficiencias en las cosechas. Recordemos que el clima de la región con precipitaciones abundantes y escaso sol, permite pocas veces, una madurez óptima de la uva.
Para la obtención de champagne se realiza una segunda fermentación en botella. Esta se logra añadiendo azúcar y levaduras al vino base. La fermentación produce CO2 y sedimentos. Para eliminarlos se colocan las botellas boca abajo y en un ángulo de 45 º. Durantes semanas se giran un cuarto de vuelta dos veces en el día para que los sedimentos se depositen en el tapón. El vino envejecerá alrededor de una media de tres años en oscuras bodegas después de este procedimiento. Más adelante estará listo para el degüelle.
Para sacar los sedimentos se congela el cuello de la botella, se descorcha y el gas expulsa los sedimentos congelados. Después de escuchar un ¡pop! el vino (ya, champagne) estará limpio. Después se agrega licor de expedición (liqueur de dosage), de acuerdo al dulzor deseado, y se tapa con un tapón especial en forma de seta mediante una cápsula y un bozal de alambre.Estará listo para descorcharlo nuevamente sin necesidad de esperar más tiempo. Salvo cuvées muy especiales, los champagnes no mejoran con el tiempo.
Un detalle
La producción de champagne está sujeta a estrictas normas que aseguran su excelente calidad. Poda, selección, cosecha y elaboración están sujetas a incontables regulaciones.