Elaborado con uvas pedro giménez y torrontés sanjuanino del departamento de Angaco. Zona agreste, hóstil y árida, castigada por un sol que sólo da tregua en las horas de la noche, brinda unos frutos excelentemente maduros, ricos en elevadas concentraciones de azúcar, fundamentales para la elaboración de los excelentes mistelas.
Cata
Miel en boca, sabor y aroma a uva fresca (que le otorga el torrontés) El paso por madera le aporta cacao y vainilla en un equilibrio perfecto. Vino suave pero persistente, ideal para tomar a media tarde, como aperitivo o en lugar del postre después de una comida.
Muchos lo acompañan con tortas, pasteles o helados cremosos... Sobre gustos...
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