domingo, 3 de julio de 2011

El vino en Brasil: ¡Espumosos en la playa!

  Si bien Brasil cuenta con algunas zonas de inviernos fríos y veranos cálidos, adecuados para el cultivo y desarrollo de la vid, el vino es una bebida muy poco consumida, alejada de la cultura de sus habitantes. Sin embargo las bodegas, excelentemente equipadas,  han comenzado a hacerse presente en los mercados internacionales con vinos de muy buena calidad, especialmente con variedades tintas como la cabernet sauvignon
n.

 Otra sorpresa de nuestro vecino es la producción de espumosos que están reemplazando en las playas el consumo de caipirinha y cerveza.

 Los vinos de Chile y Argentina suelen llegar a la mesa de los brasileños para festejos y ocasiones especiales. En los últimos tiempos las bodegas españolas han puesto los ojos y con buenos resultados en las exportaciones a Brasil.


                                                            

Salón de Vinos de Altura en Buenos Aires

  Esta última semana de junio, nos volvimos a reunir en el cuarto encuentro del Salón de Vinos de Altura. Otra oportunidad para que Salta, la provincia referente de la vitivinicultura del noroeste argentino, nos sorprenda con la calidad  de sus vinos.

  El encuentro se realizó en el Hotel Marriot Plaza de la calle Florida (en el centro de la ciudad) y durante unas horas saboreamos exquisitos blancos secos y dulces (con la cepa torrontés protagonista) y unos prometedores tintos.

  Acompañó el encuentro la música y mapas que nos seducían con la geografía salteña y su ruta de vinos. Artesanías de la región, oferta hotelera y la charla con los que se acercaron al lugar, resultaron en placenteros momentos en los que Salta se mostró para algunos como la productora nacional de los mejores vinos argentinos.

 Verdad o no, subjetividades y sentimientos aparte, indiscutibles es que  Salta tiene el mejor torrontés del país (y hasta ahora, del mundo) que acompaña perfectamente sus comidas típicas: tamales, empanadas, locros, quesos y dulces de coyote y membrillo.

 Sus viñedos están entre los más altos del mundo, bajo un cielo celeste, unos vientos limpios, una amplitud térmica importante que permiten una agricultura biodinámica. Todo eso se traduce en el sabor de sus vinos, únicos y extremadamente aromáticos y casi salvajes.

  No es casual que el 95% de sus viñedos sólo elaboren vinos de calidad.

  Salud por lo vinos de Salta! 

sábado, 2 de julio de 2011

La pasión turca

   Su producción vitivinícola se concentra en el centro y en las costas oeste y sur del país. Los mejores vinos de Turquía proceden de la zona central.

   Turquía posee una inmensa variedad de uvas (más de 1000). Con algunas de ellas se elaboran pasas de uvas, características de su cocina.
   Entre las tantas variedades de uva se encuentran: oküzgögú, bogazkere, papazkarasi,  kalecic katasi, gamay, cal karasi que producen vinos tintos y rosados. Con las emir, sultanine, narince y misket (entre otras) se elaboran blancos.

  El selección Kirmizi es un vino tipicamente turco. Tiene un aroma a frutas maduras (fresas, ciruelas, higos) con un toque animal al que se le suma los aromas a fruta seca (avellana, almendras). Su sabor corresponde con el aroma y resulta un vino amplio, redondo, muy cálido, de taninos equilibrados.

  Vino de guarda, si lo tomamos luego de 7 a 10 años de su elaboración agasajará nuestro paladar exquistamente.
 A una temperatura entre 17-18ª C acompañando guisos o carnes a base de hierbas expresa toda su potencia y gusto.

  
  
  Los vinos turcos se caracterizan por su gran variedad. Además de vinos blancos, rosados y tintos, los hay de aromas diferentes y sabores exóticos.  Sus excelentes taninos (en el caso de los tintos) y su equilibrada acidez, junto a los aromas florales, cítricos y mentolados, nos hablan de la riqueza de sus cepas y su tradición vitivinícola. 
  Vinos para beber jóvenes y vinos que seducen con una buena guarda,  comprende la gama de los muy buenos vinos turcos. Algunos resultan frescos, livianos. Otros complejos de gran estructura. Son vinos que remiten a su cocina:  especiada, sabrosa, abundante y dulce.
  

                                        

Turquía y su vitivinicultura

  Desde el año 4000 al 1500 a.C. Anatolia era la mayor productora de vinos del mundo. Los hititas y Alejandro Magno con su imperio griego, llevaron a esta región a ocupar este lugar en la elaboración de vinos. Al menos, hasta los tiempos de las invasiones árabes y turcas.

  Luego de un prolongado repliegue con la caída de Constantinopla en 1453, la vitivinicultura turca alcanzó mejores niveles de producción a finales del s. XIX y en Europa se seguía consumiendo sus exquisitos vinos

 Con la Primera Guerra Mundial y los constantes conflictos entre Grecia y Turquía, los vinos turcos pasaron al olvido.

 Cuando en 1928 el gobierno turco decidió que el islam no sería ya más la religión oficial, el vino y su cultivo fueron conquistando nuevamente un lugar destacado en la vida cotidiana.

  Hoy la viticultura turca se desarrolla a través de cultivos oficiales (Tekel) y hay  también bodegas privadas.

Sanción en el antiguo imperio chino: vino adulterado

  La antigua cultura china le concedió singular importancia al vino. Documentos históricos dan prueba de ello ya que en el antiguo imperio se regulaba su elaboración y  comercio.

  En el año 2285 a.C se documenta la imposición de una importante sanción económica a un hombre que había mezclado vino de arroz y vino de uva, lo que obviamente era considerado un fraude.