Esta última semana de junio, nos volvimos a reunir en el cuarto encuentro del Salón de Vinos de Altura. Otra oportunidad para que Salta, la provincia referente de la vitivinicultura del noroeste argentino, nos sorprenda con la calidad de sus vinos.
El encuentro se realizó en el Hotel Marriot Plaza de la calle Florida (en el centro de la ciudad) y durante unas horas saboreamos exquisitos blancos secos y dulces (con la cepa torrontés protagonista) y unos prometedores tintos.
Acompañó el encuentro la música y mapas que nos seducían con la geografía salteña y su ruta de vinos. Artesanías de la región, oferta hotelera y la charla con los que se acercaron al lugar, resultaron en placenteros momentos en los que Salta se mostró para algunos como la productora nacional de los mejores vinos argentinos.
Verdad o no, subjetividades y sentimientos aparte, indiscutibles es que Salta tiene el mejor torrontés del país (y hasta ahora, del mundo) que acompaña perfectamente sus comidas típicas: tamales, empanadas, locros, quesos y dulces de coyote y membrillo.
Sus viñedos están entre los más altos del mundo, bajo un cielo celeste, unos vientos limpios, una amplitud térmica importante que permiten una agricultura biodinámica. Todo eso se traduce en el sabor de sus vinos, únicos y extremadamente aromáticos y casi salvajes.
No es casual que el 95% de sus viñedos sólo elaboren vinos de calidad.
Salud por lo vinos de Salta!
El encuentro se realizó en el Hotel Marriot Plaza de la calle Florida (en el centro de la ciudad) y durante unas horas saboreamos exquisitos blancos secos y dulces (con la cepa torrontés protagonista) y unos prometedores tintos.
Acompañó el encuentro la música y mapas que nos seducían con la geografía salteña y su ruta de vinos. Artesanías de la región, oferta hotelera y la charla con los que se acercaron al lugar, resultaron en placenteros momentos en los que Salta se mostró para algunos como la productora nacional de los mejores vinos argentinos.
Verdad o no, subjetividades y sentimientos aparte, indiscutibles es que Salta tiene el mejor torrontés del país (y hasta ahora, del mundo) que acompaña perfectamente sus comidas típicas: tamales, empanadas, locros, quesos y dulces de coyote y membrillo.
Sus viñedos están entre los más altos del mundo, bajo un cielo celeste, unos vientos limpios, una amplitud térmica importante que permiten una agricultura biodinámica. Todo eso se traduce en el sabor de sus vinos, únicos y extremadamente aromáticos y casi salvajes.
No es casual que el 95% de sus viñedos sólo elaboren vinos de calidad.
Salud por lo vinos de Salta!