Hasta el sigo XIX este vino dulce natural era conocido en todo el mundo desde la Provincia de Alicante. Numerosos escritores lo nombran en sus obras y en citas. William Shakespeare, Alejandro Dumas, Emilio Salgari y F. Dostoyevski refieren a su sabor y sus dones.
Tiene un color que va del violáceo al ámbar y puede resultar rojo teja a medida que envejece. De sabor dulce o ligeramente dulce, con aroma a pasas y a madera. La normativa indica que debe tener un envejecimiento de al menos ocho años en toneles de roble, del cual sólo se puede sacar al año una pequeña parte. Justamente, debe su nombre a que era sacado del fondo del barril y luego llenado con nuevas cosechas.
Luego de la terrible filoxera y más tarde por la explosión demográfica y turística, el fondillón fue escasamente elaborado y cayó en el olvido.
A mediados de los años cincuenta la bodega más antigua de Alicante, Primitivo Quiles, decidió apostar al fondillón. Más tarde se le unieron otras. Hoy, el fondillón, podemos decir , que tiene su futuro asegurado.