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domingo, 12 de febrero de 2012

Otras palabras del vino: Vinos de garage, bodegas boutique, vinos de autor, los nuevos modos de hacer vinos





 




 El vino no escapa a la vertiginosa complejidad del mundo: ¡es atravesado por ella! A través del marketing, la publicidad y otras tantas mediaciones, surge la necesidad de diferenciar cada vez más. Ya no alcanza con describir los vinos, presentarlos con elocuencia... (¿recuerdan la entrada El lenguaje del vino?) Nuevos conceptos irrumpen y hacen referencia a la producción vinícola. Con ella también se busca atraer al consumidor y seducirlo. Muy atrás quedó la calificación de" vino fino" o "vino de mesa" que las botellas mostraban en sus etiquetas.




    Aparecen nuevas palabras que buscan expresar estos "nuevos" modos de hacer vino. Muchos no son más que viejos modos de producción, con nombres excéntricos que provocan la atención : vinos de garage, bodegas boutique, vinos de autor.
Algunos de estos vinos llegan a tener gran prestigio y suelen pagarse fortunas por ellos.

     El término garage (garaje, en nuestra lengua) procede de Francia y remite a la elaboración de vino en pequeños espacios. Valandrau (en Saint Emilion) del argelino Jean LucThunevin,  fue el primer vino que acuñó esta denominación, la cual  fue extendiéndose  por todo el mundo y hoy (apropiada) acompaña un nuevo modo de hacer vino. Quienes adhieren a ella  hablan de "volver a las raíces", al pequeño terroir, a hacer vino a la vieja usanza. En la actualidad estos vinos se elaboran en condiciones muy rudimentarias, en espacios verdaderamente reducidos pero con una cuidada selección de uvas y, en caso de poseer viñas, éstas suelen ser muy viejas. Su producción: limitada, ciertamente escasa.

    En  España, más precisamente en Valladolid,  la bodega Dominio de Pingus (Denominación de Origen Ribera del Duero) elabora un vino de baja producción que reúne las características de un vino de garaje. El resultado (puntuación de Robert Parker mediante) es un  vino de precio elevadísimo y el más escaso y buscado de España. Muy conocido en el mundo y afamado en el circuito vitivinícola.


   En Argentina, exponentes de los vinos de garaje,  son los producidos por el ex enólogo de Salentein, Laureano Gómez, quién elabora  vinos en el garage de su casa, en  Tunuyán. Sus vinos: Malbec Reserva 2010; Pinot Noir Reserva 2010 y  Espumante 2010 (100% malbec).Su bodega está equipada con tecnología que le permite una producción cuidada y tradiconal. Sin viñedo propio y gran conocedor de la región, compra las mejores uvas a productores de la zona.







     Los vinos artesanales serían también vinos de garaje. Elaborados en pequeña escala, por el gusto de hacer vino y compartirlo,  no son vinos fashion. Si bien sus productores buscan venderlos, jamás alcanzarán precios exorbitantes. Su cultura vinícola tiene otros orígenes y otra estructura. Por otro lado, la producción de estos vinos en nuestro país está sujeta a leyes que garantizan su calidad, como así también,  su inserción en el mercado vinícola regional y nacional. En la actualidad participan de concursos y son premiados.

   Boutique, término francés usado en el Nuevo Mundo, son vinos de pequeñas bodegas: baja producción, alta calidad, elaboración cuidada y tradicional. En la Argentina se extiende este nombre a aquellas bodegas que, independiente de ser grandes o pequeñas, recién comienzan su producción.







Vinos de autor es una expresión que se toma de la gastronomía (cocina de autor) y resalta la figura del enólogo que junto al equipo que lo acompaña  busca imponer su sello.  El autor, por lo general, no tiene bodega propia ni viñedos, pero posee una idea de un tipo de vino al que busca serle fiel. Muchos enólogos, luego de una trayectoria respetada y una trascendencia internacional en la industria, suelen poner su nombre en los vinos, pero en general el término "vinos de autor" responde a aquellos enólogos que buscan reconocimiento, prestigio y éxito como winemaker


 Fue esto un breve recorrido por nuevas palabras del vino. Las cartoon images las ilustran con humor... ¿Las disfrutaron?

 Aquí podrán seguir riendo: http://www.cartoonstock.com/w/es/u/uvas.asp

domingo, 4 de septiembre de 2011

El lenguaje del vino





   El vino se ha apropiado de palabras muy lindas. Disfruto leer las notas de catas, a veces son muy poéticas y otras simplemente nos dan ganas de tener a ese vino al lado (esas me gustan más).


  No siempre estas palabras acompañaron al consumo, placer y degustación del vino. Son palabras nuevas en la historia del vino y el hombre. El culto al vino, la moda, el marketing, etc.  han hecho que el vino puliera el lenguaje que lo nombra, califica y describe.



  No es suficiente decir que un vino es rico, sabroso o exquisito. Mucho menos blanco, tinto; seco o dulce. Debe complejizarse su descripción. También, hacerse más específica. El vino también diferencia, discrimina. El mundo del vino crece y crecen las diferencias. Surgen diferentes profesionales del vino que tienen que ver con el consumo: el vino fuera de la bodega, listo para degustar. Conocedores, catadores, periodistas especializados, sommeliers,  y seguirán los nombres...

  La palabra del sommelier es una palabra profesional, legitima su rol con ellas (también con su conocimiento sistemático) pero también hay un consumidor que se apropia del lenguaje del vino: Los aficionados, los que gustan simplemente del vino. Se diría que el vino ya no puede prescindir de todas sus novedosas palabras al ser degustado.
                                                                                           

  El lenguaje del vino se convierte en un ritual que acompaña placenteramente nuestra degustación, incluso potencia el placer de nuestros sentidos. Al mismo tiempo los vinos que no llegan a satisfacer nuestras expectativas tienen, también, sus palabras. Y conocerlas, parece,  es tarea de todos los que se precien de
gustar del vino. Y está muy bien;  el problema empieza con el abuso,  donde ya lo importante no es el vino ni su disfrute,  sino un  lenguaje pretencioso que abusa de las metáforas. Discursos estrafalarios que terminan
 confundiendo nuestros sentidos
     
                                                                 


  Aficionados: Disfrutemos del lenguaje del vino sin caer en exageraciones y excentricidades. Sencillamente dejemos que nuestra nariz, paladar y tacto nos conduzcan al placer. ¡Librémonos de lo fútil! ¡Brindemos por el vino rico!


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