Origen de los Eiswein
Se sitúa el origen de los vinos de hielo en la región de Franconia en 1794. Por ese entonces, se anunciaba el momento de la vendimia, a modo de correo, por alguien a caballo..
Por motivos desconocidos el caballero demoró su anuncio y las vides se cubrieron por la helada dando otigen a un emosto excepcionalmente concentrado y dulce y sobre todo exquisito.
La otra versión cuenta que fue una helada temprana la que congeló las uvas en el momento de recoger la cosecha. Y ante la delicia del mosto se puso en práctica este proceso.
Otra versión (y según dicen, la verdadera) cuenta que un mujer, dueña de los viñedos más ricos de Franconia, triste por la huida de su amante decide ese año en consonancia con su tristeza y soledad, no cosechar. Las uvas quedaron libradas a las heladas. Sus sirvientes no se resignaron a un año sin vino y elaboraron con ese mosto helado y dulce un vino especial que dieron de probar a la señora. Ella seducida por el jugo dulce y alcoholico lo llamó Eiswein en recuerdo de su amante tan dulce como frío.