domingo, 10 de julio de 2011

Chipre: commandaria y otras exquisiteces tintas y rosadas

 Con un clima mediterráneo, verano secos e inviernos cortos y un suelo de rocas volcánicas, Chipre resulta un terruño ideal para la producción de vinos.
 Esta isla situada al sur de Turquía, cerca de Siria y el Líbano tiene una historia vitivinícola muy interesante. Historia que no puede desprenderse de un vino: el commandaria. Exquisito vino dulce de postre, cálido y suave: el "vino de Comunión" de la Iglesia Ortodoxa Griega
Sus características dependen de la proporción que llevan las variedades que lo producen: mavro o cipro negro y xynisteri,  y de los distintos pueblos que lo elaboran a lo largo de la isla.

 Chipre también convida unos vinos tintos secos que resultan muy potentes con unos taninos inquietantes. Otra variedad, la sultana, produce un espumoso ligero: Bellapais

 Los rosados merecen unas líneas. Son frutados y sabrosos. El kokkineli es un rosado contundente con mucha fruta y sabor. Para algunos conocedores resulta un poco pesado, aunque interesante.

                                                    

La uva verdejo, los buenos blancos de Rueda




Moderna e internacional, pero furiosamente  española,  encantada por una tierra y un sol abrasador...



  Dorada, por el hierro de la región que toma con sus sarmientos rastreros, de hojas y racimos pequeños, es la cepa estrella de Rueda. Resistente al frío y a la sequía, sus vinos, contrariamente a lo que podía esperarse, no son rústicos: resultan magníficos vinos blancos, con aroma y sabor herbáceo y excelente acidez. Se caracterizan por un toque amargo (el cual contrasta armoniosamente con los aromas y sabores a fruta), que completa su particularidad: Es que es, en esta tierra extrema, de inviernos muy fríos e interminables, y veranos excesivamente calurosos,  donde la verdejo desarrolla su singularidad con resultados óptimos.


Bodega Tera Castro, roble francés, 100% verdejo
   Su vino por excelencia es el Rueda superior: de color pajizo, aromas frutales y gran estructura en cuerpo y boca. Suele complementarse con la variedad viura respetando un 85% de verdejo. Aunque se puede consumir joven, se lo prefiere criar en madera durante seis meses o más. Acompaña excelentemente la cocina local: pescados, ranas, crustáceos (cigala, langosta), carnes blancas y quesos no muy curados.

         
                                  

 La verdejo presenta también unos espumosos elaborados bajo el método tradicional donde las levaduras reposan en botella por algo más de nueve meses. Ideal beberlos como aperitivo o en contraste con postres o dulces
                                                   

  Para saber: Se cree que esta uva fue traída a España por los mozárabes desde el norte de África. Y por España fue conocida por otras regiones y naciones que probaron con mayor o menor éxito sus cualidades.
Fuera de España, Portugal y Australia producen muy buenos vinos con ella. En Francia participa de la elaboración de los blancos de Burdeos.

  Suele adoptar otros nombres según donde sea cultivada: verdelloverdelho, verdeja,  botón de gallo blanco o gouveio