miércoles, 17 de noviembre de 2010

Regiones vitivinícolas en Argentina

 
                                                         



El noroeste        


Valles Calchaquíes





Región Valles Calchaquíes (Catamarca- Salta y Tucumán) Los vinos de esta región acompañan  muy bien la cocina típica local: empanadas, locro, tamales. Se caracterizan por  colores intensos y por aromas frutales muy desarrollados, resultan vinos salvajes, pero no rústicos. Vinos que expresan la tierra que les dio origen: suelos aluviales, elevada altura sobre nivel del mar (1500 metros), amplitud térmica, clima seco, bajísimos niveles de contaminación.La variedad de vino más característica es la  torrontés Riojana. Encontramos también, chardonnay, chenin y algo de sauvignon Blanc. En tintos, malbec, tannat, bonarda y sirah. Cafayate es el centro vitivinícola de la zona, en la provincia de Salta.

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torrontés riojana
Región Valle Famatima (La Rioja) Es tierra de vinos muy aromáticos y perfumados, típicos por sus agradables notas frutales, por sus suelos arenosos, veranos calurosos y escasez de precipitaciones. Vinos ricos en azúcares y de poca acidez. Variedad más cultivada es la torrontés riojana que abarca la mitad de la producción. Se produce también moscatel, torrontés sanjuanina,. En tintas bonarda es la más plantada. También, aunque en menor cantidad, barbera, malbec, caberbet sauvignon, syrah, chardonnay y chenin







 Centro cordillerano: San juan y Mendoza

San Juan
(Valle Sanjuanino y Valle Tulum) Tradicionalmente  la provincia de San Juan fue productora de vinos de mesa, pero  en las últimas décadas la producción de vinos de calidad ha ganado la partida. Mayoritariamente se producen uvas blancas como la moscatel, Pedro Jiménez y torrontés (sanjuanina y riojana). En menor cantidad, malbec, cabernet-Sauvignon. La variedad syrah está ocupando un lugar destacado: produce varietales muy especiados e intensos.

Vale mencionar también la elaboración de vinos especiales secos y dulces.







 Mendoza






  Considerada el corazón de la producción vitivinícola argentina; en ella se organiza la Fiesta Anual de la Vendimia. Las condiciones del clima y el suelo resultan perfectas para el cultivo de la vid: poca materia orgánica, suelos arenosos, arcillosos y limosos,  caracterizados por la presencia de cantos rodados que airean las raíces de la vid. Pocas lluvias, clima seco, fuerte sol. Muy buena amplitud térmica.

 Norte
Bodega Melipal
 Lavalle:  vinos frescos, aromas frutados
Godoy Cruz, Luján de Cuyo, Maipú: la zona soñada por muchos bodegueros, donde el malbec se luce sobresalientemente logrando en este terruño su mejor expresión. Cabernet sauvignon, chardonnay, sirah y merlot son otras variedades que brindan vinos de excelente calidad en la región.

Centro

 Valle De Uco: Tupungato, Tunuyán, San Carlos. Vinos de colores particularmente profundos e intensos.. Granizos y heladas resultan sus principales enemigos. Buena zona para malbec, cabernet- sauvignon y merlot. En los blancos, chardonnay y semillón.





Sur


  San Rafael y Gral. Alvear La zona más alejada de la capital de Mendoza, produce vinos de calidad reconocida a  una altura de 400-800 metros sobre el nivel del mar. Las variedades que se cultivan son todas las de la zona mendocina.  La particularidad del cultivo se la lleva la cepa chenin.




El sur argentino, la Patagonia



 Los Valles de Río Negro y  Neuquén San Patricio del Chañar representan el límite más austral de la producción de vinos. La latitud Sur casi coincide con el paraleleo 40. Las variedades emblemáticas son:  merlot en tintos y semillón en blancos. Pinot noir: ¡una verdadera joya en la región!





  Otras variedades que se cultivan son malbec, cabernet sauvignon y sirah. En blancos, la torrontés, Pedro Jiménez, chardonnay y moscatel. Es una zona de lluvias escasas con ampliud térmica marcada, gran incidencia de rayos solares y fuertes vientos. Todo ello resulta en una zona de altísima sanidad. ¡Excelentes condiciones para producciones orgánicas!

Humberto Canale
                                                       

martes, 16 de noviembre de 2010

Del viñedo al paladar: proceso de elaboración del vino






   Desde que la uva se separa de la planta hasta que la botella está lista para salir al mercado hay un largo proceso que lleva conocimiento, esfuerzo, paciencia y dedicación entre muchas otras cosas.

  Pero comencemos con el primer paso; la transformación de la uva en mosto
  Se traslada la uva a la bodega y se saca del fruto el jugo dulce. Aquí comenzamos con los primeros secretos a poner en práctica para obtener un vino de muy buena calidad y rico sabor.

  La uva se pesa, se selecciona y pasa a la estrujadora . Se debe siempre evtar que el estrujado sea excesivo para que no se trituren las pepitas del fruto, ya que esto daría un sabor amargo y afectaría la calidad del vino. Hoy la tecnología permite realizar este proceso con resultados óptimos y no resulta este paso preocupante para el productor. Una vez que la uva fue estrujada hay que despalillarla; es decir eliminar de la masa obtenida la parte leñosa. Normalmente esta acción se lleva a cabo con la misma estrujadora que tiene máquinas especiales para el despalillado.

   Luego el mosto pasa a las prensas y según los distintos prensados se obtendrán diferentes calidades de vino.Los primeros prensados, prácticamente sin presión, son los que van a utilizarse para elaboarar vinos de mejor calidad.

  Fermentación
  Una vez terminado este proceso el vino es llevado a grandes tanques, en la actualidad de acero inoxidable, dentro de los cuales se produce la fermentación , es decir la transformación del azúcar del zumo de uva en alcohol  gracias a la acción de las levaduras.

 Recordemos que cuando la uva se rompe y las levaduras entran  en contacto con el aire y con el azúcar del fruto es cuando comienza la transformación del mosto elevándose la temperatura a 30 grados.

  Al mismo tiempo las levaduras se siguen multiplicando pero luego de un tiempo por la misma presencia de alcohol terminan muriendo. Hay algunas levaduras que pueden resultar resistentes y pueden perjudicar el proceso de vinificación alterando al vino. En la actualidad se suelen utilizar levaduras seleccionadas (de laboratorio) pero resultan vinos poco singulares, muy parecidos entre sí.

  Cuando la fermentación llegó a su fin, muchos vinos, entre ellos los blancos jóvenes han terminado su proceso de vinificación.  A esta fermentación por la que pasan todos los vinos se la llama tumultuosa.

  Si el vino debe permanecer algún tiempo en botella se lo pasa,  recién fermentado,  a otro tanque para que se produzaca la fermentación maloláctica. Ésta no se da en todos los casos, incluso muchas veces se produce junto a la tumultuosa, pero resulta de suma importancia porque transforma el ácido málico ( de sabor áspero) en ácido láctico (delicado y ligeramente dulce al paladar)

  El  líquido resultante que ya podemos llamar vino sin lugar a equivocarnos, se enfría, se procede a trasegarlo para que se oxigene y luego se clarifica y filtra para eliminar los residuos sólidos que le han quedado