Siempre se ha dicho que los franceses gozan de una larga vida sana a pesar del gran consumo de grasas (naturales) en su dieta. Y bien sabemos que son grandes consumidores de vino.
Diversas investigaciones en el mundo se han dedicado a evaluar el beneficio atribuido al consumo de vino y explicarlo. Hoy sabemos que ciertos componentes antioxidantes del vino (sobre todo, tinto), como los flavonoides y polifenoles son los responsables de este beneficio, ya que la oxidación juega un papel importante en el origen de muchas enfermedades.

Para los que amamos el vino, la antigua paradoja francesa resulta la excusa perfecta para acompañar toda comida o tomarlo, simplemente, solo.
¡Qué rico el vino!
¡Qué rico el vino!