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miércoles, 4 de julio de 2012

Los vinos húngaros: no solo Tokaji...

   Vinos tintos, blancos, rosados, espumosos, secos, dulces... Aromas a pomelo, miel, guinda, arándanos, pimientos, castañas, manteca... Frescos, ligeros, carnosos, tánicos, elegantes, poderosos...

 ¿Por cuáles comenzar?
 Introducirse en la viticultura húngara es enredarse en una rica información: posee zonas bien diferenciadas debido a su variada climatología y geología, numerosas cepas autóctonas (también se cultivan las tradicionales francesas, chardonnay, cabernet sauvignon y cabernet franc, entre otras) y una excelente producción de vinos.

   Pasearemos por algunas de estas regiones... 
En el límite con Austria, en Sopron se elabora un vino exquisito, perfecto para carne asada o en guiso: el Kékfrankos, aroma intenso a frutas rojas y pimientos.

   Para los que buscan sabores, ciertamente particulares, existe un vino que no los defraudará: Somloi Juhfark, un vino blanco (como todos los que se producen en Somló), muy alcohólico y mineral, de elevada acidez. 

   Deliciosos con pescado, encontramos, en el noroeste de Budapest (Aszár-Nesmély),  unos blancos excepcionales a partir de olaszrizling, rajnai riesling y leányka. Resultan muy frescos y con mucha fruta.
   Los que prefieren los vinos de paladares ásperos, estarán de parabienes con los vinos de Etyek, al este de Budapest. Ideales para comer con platos abundantes en grasa por su elevada acidez. En este región se producen buenos espumosos: Törley Brut, es recomendado por muchos expertos.

   Si queremos rosados, en Hajdós-Baja, se elaboran unos muy frescos bajo la influencia del clima mediterráneo. También se pueden probar unos buenos tintos.

   La zona más antigua, Szeksárd, produce el Szeksárdi Bikavér, intenso color rubí, aromas a frutas rojas y  notas tostadas. Su sauvignon blanc es uno de los vinos húngaros más finos, con un delicado aroma a heno y a flores silvestres. Además,  resulta un aperitivo muy rico.



   
  
   Villány, bien al sur del país,  destaca por sus  blends clásicos (cabernet franc y sauvignon y merlot) y los franco-húngaros(cabernet sauvignon y franc con kékfrankos o kékopor y blends de variedades autóctonas.
  Por último, no quiero dejar de mencionar a la zona vinícola de Badacsony, cerca del lago Balatón. Produce un vino, de amable a dulce, obtenido a partir de las vendimias tardías de kéknyelú, tramini y muskotály, entre otras variedades autóctonas. Son vinos voluptuosos, muy fogosos y sensuales. 

  


  ¡Ah! ¡Como olvidarla! La región de Tokaj (Tokaji) que significa oro líquido..., pues bien..., ella merece una entrada aparte. Mientras escribo sobre esta brumosa zona de Hungría, los invito a leer  el artículo sobre Tokaji en este blog.

viernes, 11 de marzo de 2011

Vinos del mundo: El Tokaji, vino de Hungría

  De los vinos más caros del mundo

  Los Tokaji (de Tokaj ) provienen de la Región de Tokaj-Hegyalja, en Hungría. Una zona húmeda, brumosa que favore la acción de la podredumbre noble (Botryitis cinerea), en las uvas furmint, que constituyen la mayor parte  de un Tokaji  típico, junto con hársleve, rica en azúcar y aromas, y muskotály.

   Las uvas afectadas de Botrytis, conocidas como aszú, pasan aproximadamente una semana en un cubo  segregando un jugo llamado eszencia. Es un  líquido muy rico en azúcar que puede tardar años en fermentar, incluso con tipos especiales de levadura. Por ejemplo, un Eszencia que haya fermentado durante, aproximadamente, quince años, puede alcanzar apenas el 2 % de alcohol. El Eszencia puro rara vez se vende y se utiliza par enriquecer vinos más bajos en azúcar. Sin embargo, de vez en cuando aparece alguna botella, obviamente a precios muy altos.



    Después de la extracción del eszencia, las uvas restantes son amasadas hasta obtener una pasta jarabe que se añade al vino básico seco.
    Luego de que las uvas se empapen  de esta pasta  durante casi una semana, el vino es trasegado para iniciar su larga y lenta fermentación en el gnöc (tonel). Por otro lado, la intervención de un hongo,  el cladosporium cellare, añade su contribución al vino mientras permanece en bodega y le da más complejidad.

  El sabor del Tokaji es una combinación de miel, caramelo quemado,  fruta madura, con una madera expresiva. Deleitarse con un Tokaji requiere cierto hábito, no resulta  fácil de tomar por su excesivo dulzor. Su complicada elaboración,  lo convierte en uno de los vinos más caros del mundo.
 No por nada Luis XIV lo calificó como "El vino de los dioses y el rey de los vinos"










 Otro dato:
 Tras la caída del muro de Berlín, el gobierno húngaro permitió a las empresas extranjeras elaborar Tokaji. Así, cuatro empresas francesas, dos británicas y la española Vega Sicilia comenzaron a elaborarlo. Pero fue la española quien se quedó con los viñedos de Oremus, en cuyas tierras comenzó la historia del Tokaji.