Existe una leyenda sobre el surgimiento de este exquisito vino asociado con la figura de una condesa húngara: Susana Lorántffy (1600 – 1660).
Era la esposa de Jorge Rákóczi I, príncipe de Transilvania dueño de extensos viñedos. Ella gustaba encargarse del cuidado de las vides y de enseñar a sus siervos los secretos del cultivo.
En una oportunidad, debido a las constantes guerras contra los turcos y germánicos, la vendimia se postergó, y con los frutos sobremaduros se obtuvo el vino de sabor más dulce y exquisito: ¡Tokaji!