Su pasado nos cuenta la influencia helénica: los griegos amantes del buen vino descubrieron en esta península un lugar ideal para producir la bebida de Dionisio allá por el 800 a.C.
Por otro lado, los etruscos habían comenzado a producir vino en el norte de Italia mucho antes de la llegada de los griegos. El imperio romano contribuyó al florecimiento de la industria y extendió el cultivo de la vid por toda Europa.
Quizá la rica e inconmensurable producción de vinos italiana esté asociada a su tardía unificación como nación. En el año 1861 su unidad fue posible y, aún más tarde, pudo pensarse en una verdadera industria nacional.
Innumerables viñedos, ¡un verdadero laberinto! Más de 2000 variedades de uva... Tantísimos vinos: espumantes (secos, dulces) elaborados con el método tradicional y charmat; vinos blancos secos que son frescos, ligeros; otros blancos: con cuerpo y aromas y sabores de las barricas francesas. Vinos blancos semidulces (abboccato) y dulces (dolce). Rosados livianos y futales; tintos robustos, cálidos, potentes. Vinos de vendimias especiales: Passito y Vin santo.
¡Deliciosos vinos italianos!
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Brunello de Montalcino de Castello Romitorio |