¿En cuántas ocasiones quiso tomar una copa de vino, pero desistió por no abrir una botella grande?
Seguramente, en muchas otras abrió la botella y tras el correr de los días vio como se malograba el vino. .
Le presento algunos ejemplares en formato pequeño de 375 ml y mediano de 500 ml para acompañar una comida en un restaurante o en la intimidad de su casa. ¡Deleite sin culpas!
Finca La Linda, la línea joven de varietales de Luigi Bosca, ofrece botellas pequeñas de sus Malbec, Cabernet Sauvigon y Chardonnay. Vienen en 375 ml, ideales para almuerzos y cenas livianas.
Bodegas Renacer elabora un tinto Malbec y un blanco Sauvignon Blanc en versiones chicas. El blanco tiene una particularidad: está elaborado con uvas chilenas del Valle de Casablanca. Búsquelo en góndolas bajo el nombre de Punto Final.
Finca Las Moras celebra el beber con moderación con su Marianne, un excelente Malbec de San Juan.
Para paladares más actuales, Calypso Malbec (Clos de los siete), es otra versión de 375 ml elaborado con uvas de Tunuyán (Valle de Uco).
Viajamos a San Rafael y nos esperan los tres varietales mini de Alfredo Roca: Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay.
Alto Las Hormigas Malbec: un alta gama mendocino con mucha personalidad en 375 ml.
¿Le gusta la Cabernet franc? Otra exquisitez en formato pequeño: Siesta, un varietal de Ernesto Catena que se presenta junto con su Chardonnay, Malbec y el blend Malbec/Bonarda. Todos en versiones de 500 ml para compartir sin beber de más.
Una sorpresa: Lurton Pinot Gris: 500 ml de un blanco varietal singular.
Trapiche Syrah Colección Roble: 12 meses de roble americano muy bien integrado, bajo la firma del enólogo Daniel Pi.
Ahora lo invito a que usted recorra vinotecas y supermercados en busca del placer en envase chico.
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