Australia: Paraíso de la syrah, produce vinos magníficos con mucho color, aroma y sabor. La fruta es la protagonista.

   Diferentes regiones vitivinícolas se extienden en el inmenso territorio australiano, pero es la Australia meridional la que produce los mejores vinos.


   Los primera vides se plantaron en Nueva Gales del Sur, en los alrededores de Sidney;  en el comienzo del s.XIX. y hoy su Hunter Valley produce unos extraordinarios semillón con aromas a miel y avellanas tostadas.   La shiraz (como gustan llamarla los australianos) brinda notables vinos con notas de cuero, chocolate y café, cuando maduran. Son vinos que agradecen la calidez del clima y la potencia de la luz solar. Tánicos en su juvenud, otorgan un paladar sedoso al evolucionar.

   Barossa Valley, en la variada Australia meridional produce excelentes vinos tintos: carnosos, se destacan los cabernet sauvignon, shyraz y malbec. Pero sus blancos chardonnay y riesling  resultan también muy atractivos.

De aquí es el mítico Grange creado por el enólogo Max Schubert para la bodega Penfolds. ¡Aún se conservan vinos de la primera añada (1951) que no han salido a la venta!. (En la actualidad un vino de cosecha reciente puede valer cerca de mil dólares la botella).

  Al norte de Melbourne, la región de Victoria produce  espumosos de muy buena calidad, pero el reinado pertenece a los generosos.

  En Australia occidental,  destaca Swan Valley con sus varietales blancos, verdelho, muscadelle, chardonnay y semillón. Con las mejores uvas blancas, aquí se elabora el conocido Hougthon supreme.

 En otros artículos profundizaremos en las distintas regiones productoras, por ahora nos queda nombrar a Tasmania,  la zona más fría de Australia, elabora pinot noir y chardonnay de muy buena calidad.

  Los vinos australianos se caracterizan por ofrecer una excelente relación calidad/precio.

 Otro dato: Algunos de sus vinos poseen gran potencial de guarda: 20 años para blancos semillón y 30  para los mejores tintos cabernet sauvignon. ¡Interesante!