La región de Champagne es famosa por sus vinos, pero también produce unos rosados tranquilos que son muy apreciados y buscados no solo por su pequeña producción, sino también por una normativa de apelación muy rigurosa.
La pinot noir, macerada durante 3 o 4 días, con sumo cuidado para que el mosto no se vuelva tinto, es la única variedad responsable de estos vinos elegantes, de una marcada acidez, y con aromas a frutos rojos, sobre todo, frambuesas.
El 2017 fue y es un excelente año para estos particulares rosados que festejan también los 70 años que cumple la AOC.
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Pascal Morel, Presidente de la Apelación Rosé des Riceys, es un bodeguero por quinta generación de productores y ya tiene heredera: su hija quién va a continuar la tradición familiar
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Lejos de parecerse a los frescos rosados de la Provenza, los Riceys gustan madurar durante meses. Cada junio se produce una degustación de expertos, que los autoriza a comercializarse al cumplir su normativa bajo las exigencias de la AOC.